miércoles, 10 de marzo de 2010

Cementerio de Malvinas

El cementerio militar de Darwin recuperó al primer teniente Casco de la Fuerza Aérea Argentina.


El primer teniente (post mortem) Jorge Casco fue llevado al cementerio argentino de Darwin en estos días luego de que el laboratorio del Banco Nacional Genético del Hospital Durand de Buenos Aires confirmara que se trataba de los restos del piloto, fallecido cuando su avión Skyhawk A4-C se precipitara en las proximidades de la isla Jason, el 9 de mayo de 1982.

Junto a él estaba el primer teniente (post mortem) Jorge Farías.

La Embajada de Reino Unido comunicó, el pasado 19 de enero, la aprobación del pedido elevado por la Cancillería argentina a través del Foreing Office.

Junto con la viuda de Casco, Ivone Dentesano, viajaron su madre, Ofelia Codutti y sus hijos Guillermo y Julieta.

A su arribo, se realizó un responso en el aeropuerto de Malvinas, a cargo de monseñor Michael McPartland. Presidió la formación de marines el brigadier Gordon Moulds, comandante de las British Forces South Atlantic Islands, la misma formación efectuó la inhumación y posteriormente fueron realizados los honores militares a través de salvas de fusil.

La ceremonia tuvo también una significación política. En este caso se trata del primer vuelo humanitario que transporta al archipiélago restos de un combatiente argentino muerto durante la contienda.

Datos Oficiales Del Año 1982-Domingo 9 de mayo


Orden Fragmentaria 1174. Cuatro A-4C. Indicativo: TRUENO. Armados con una bomba de 1.000 libras cada uno. Tripulación: capitán Jorge García, teniente Jorge Farías, teniente Jorge Casco, alférez Gerardo Isaac. Despegaronde San Julián, a las 15:40.
La escuadrilla TRUENO de A-4C, tuvo problemas. El 1 y el 4 en el trasvase de combustible, por lo que regresaron a San Julián a las 15:08. Sólo reabastecieron el 2 y el 3, que continuaron su ruta hacia el objetivo fijado. En proximidades de Malvinas, la sección volaba sobre la inmensa capa de nubes.
Estos dos héroes, ejemplo de exceso de celo en el cumplimiento de su misión, (el 3; teniente Casco y el 2; teniente Farías) iniciaron el descenso, en formación cerrada, e hicieron contacto visual con las olas a sólo 100/150 metros de altura (techo de las nubes), y siguieron su rumbo, con lloviznas aisladas y bancos de niebla, que los obligaba a aferrarse mutuamente, en busca del objetivo que no encontraban.
A las 14:40 pidieron al oficial de control aéreo táctico (OCAT), más datos sobre la posición del buque. No veían las islas, no tenían enlace ni estaban en pantalla con el radar Malvinas. Éste les informó que estimaba que el objetivo se encontraba más al este. Y allí siguieron, en vuelo rasante hasta que se estrellaron en las estribaciones de las Islas Sebaldes, no muy lejos del lugar donde operaba su objetivo, el D-42 HMS Coventry.

Extractado de la "Historia de la Fuerza Aérea Argentina"
Tomo VI: La Fuerza Aérea en Malvinas
Dirección de Estudios Históricos.

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